Nacido en el Imperio Ruso, llegó a Villa Crespo en 1918 después de pasar infancia y juventud en Entre Ríos como un verdadero gaucho judío. Años después de su desembarco en el barrio, abrió, cerca de la esquina de Triunvirato y Canning (actuales Av. Corrientes y Scalabrini Ortiz), una librería que se transformó rápidamente en un lugar de encuentro para intelectuales.
En 1922, Manuel Gleizer inauguró un sello editorial pionero en nuestro país. Fue uno de los primeros editores que ideó un oficio y un negocio: seleccionar obras, financiarlas, promocionarlas y comercializarlas.
En los primeros diez años publicó unos 300 títulos. La cantidad, muchas veces, da pie a la calidad.
Algunos de los escritores editados en ese lapso fueron Jorge Luis Borges (El idioma de los argentinos, 1928; Evaristo Carriego, 1930; Discusión, 1932), Leopoldo Marechal (Los aguiluchos, 1922; Días como flechas, 1926), Alberto Gerchunoff (La asamblea de la bohardilla, 1925), Roberto Mariani (El amor agresivo, 1926), Macedonio Fernández (No toda es vigilia la de los ojos abiertos, 1928) y Raúl Scalabrini Ortiz (El hombre que está solo y espera, 1931), entre otros.
Una de sus últimas incursiones, en 1956, fue prestar el nombre de la editorial para el debut literario del poeta más importante que haya salido de Villa Crespo: Violín y otras cuestiones de Juan Gelman.
Gleizer falleció en 1966.