Después de mucho esperarlo, llegó el frío a Buenos Aires y con él un invierno que se hizo desear. La ecuación es fácil: invierno + frío + atardecer + Villa Crespo (te amo) = Merienda.
¡Qué afortunados somos de encontrarnos en un barrio que tiene tantísimas opciones para elegir a la hora de la tercera comida del día! Aunque algunos la ignoran o se la saltean (qué picardía, lo que se pierden), otros la valoramos y mucho.
Cuando decimos merienda no nos referimos solamente a un café con leche con medialunas o tostadas. Hoy en día tenemos variedad de opciones en el barrio: desde una crêperie francesa hasta un sitio especializado en pastelería neoyorkina pasando por meriendas con cierto aire “italiano”.
Empiezo por Mill que nos ofrece un conjunto de tentadoras meriendas. Yo suelo optar por la americana que, tal como su nombre lo indica, viene al yanqui style: huevos revueltos con panceta sobre un tostón de pan casero. Otra opción: merienda Patagónica con tostadas de pan de campo, queso blanco y dulces caseros. También hay tostadas francesas. Todos los combos vienen acompañados de un rico café (Lavazza) o té (Berton) y mini juguito.
A pasitos de Mill está Guapa, un barcito pequeño que suele pasar desapercibido para muchos pero es un buen punto para ir cuando uno quiere escapar de los bares “palermeros” y sentirse como en casa. Las meriendas son clásicas pero están servidas con mucho amor. Es el típico lugar donde suelen ir los vecinos para mantener una charla con el mozo. Los precios son muy accesibles y tienen promociones de merienda (medialunas, tostados, cuadrados dulces, tostadas, etc.). Marucca Café es otro lugar tranquilo y amigable para hacer una pausa. Se sirven meriendas con rico café, tés e infusiones y rica pastelería casera.
Otro clásico ya instaladísimo en el barrio para merendar como Moisés manda es Malvón. En una antigua casona reciclada con patio lleno de plantas, hogar y esmerada decoración, encontramos este oasis de las harinas y sus derivados. Tiene combos de merienda variados que incluyen desde tostadas, huevos revueltos, budines, tortas, scones y muffins hasta yogur casero. También pueden optar por los panqueques o tostadas francesas que le aportarán un buen pico de glucosa a su vida. Párrafo aparte para el cheesecake de maracuyá y el alfajor de dulce de leche con masa sablée de frutos secos (no lo subestimen, no es un alfajorcito para comer de un saque; van a necesitar una patada al pecho para bajar ese delicioso y dulce placer). También hay que estar atentos a novedades que van surgiendo a diario (budín de amapolas, por ejemplo). Para los enemigos de lo dulce, no teman: hay picoteos salados varios que se sirven con aperitivo, cerveza o vino.
Hay pocos lugares en Buenos Aires donde comer un buen bagel y Don es uno de ellos. Para la merienda, encontramos la de tostadas de bagel con canela y pasas que viene con queso crema y dulce y se acompañan de un muy buen café con leche o té. ¡Una delicia absoluta! Pruébenlo sólo con el queso (bien derretidito por el calor del bagel... mmm). Otras opciones son la barra mágica (te carga de energía y calorías para enfrentar al mundo) con chocolate, frutos secos, coco y mucha manteca como debe ser ¡y a no olvidar jamás el budín de peras y earl grey que es delicia en estado puro!
A tan solo unos metros de Don está Crespín, que vendría a ser su hermano mayor y primero en instalarse en el barrio. Con pastelería de inspiración norteamericana, se destacan mucho los rolls de canela, el key lime pie, el budín de limón y amapolas, de manzana y jengibre (preferido) y leicaj (especialidad digna de Villa Kreplaj a base de especias, miel y nueces), los hot cakes con banana o frambuesa. Se pueden acompañar con batidos frutales muy tentadores. Otras opciones: meriendas que vienen con té o café + juguito y para elegir: yogur con maracuyá, granola casera y mango fresco, frutas de estación con queso brie y yogurt casero con granola, french toasts con huevos revueltos y panceta crocante (especialidad de la casa), entre otras opciones ¡Atentos, vecinos! Durante julio y agosto podrán pedir en Crespín el especial merienda “Amo Villa Crespo” para 2 personas que incluye 2 tés o cafés con leche, un cinammon roll, budín y tostado de jamón y cheddar.
El Cuchi también te espera a la hora del té, con su toast bagel, acompañado de queso crema y dulce. ¡Mmm! Además de opciones tradicionales, podés encontrar la merienda catalana que incluye huevos revueltos, tomate con oliva y jamón serrano, tortas caseras como apple crumble, el cheesecake tipo budín con frutos rojos y el brownie de chocolate con banana servido calentito con helado y charlot. Hay promos a partir de las 16hs que incluyen café con leche o infusión, juguito exprimido de naranja y variados acompañamientos como los tostados en pan árabe especial.
Hasta la Masa es un oasis en plena zona outlets. Como su nombre lo indica, todo es casero ¡hasta la masa! Hay alfajores, muffins y brownies riquísimos para disfrutar en su amplísimo salón.
Ahora bien, si el plan es una merienda sana, Almacén Purista es un muy buen lugar para pedir su yogurt casero que viene con cereales, almohadillas de frutilla y frutas. Servido con café americano un poquito más.
Recientemente inaugurada, la hora del té en el CC Matienzo ofrece meriendas súper caseras (¡hasta la mermelada de pera y pimientos!) para disfrutar en la terraza o en la planta baja con música, libros y revistas para chusmear. De martes a viernes desde las 17hs. Hay muffins, brownies y budines, tostadas, tostados todo servido con té o café.
Mención aparte para la pastelería hecha maravilla y genialidad que nos regala Yeite. Ubicado en un entorno adorable, justito frente a la cancha de Atlanta, se encuentra este hermoso emprendimiento de Pamela Villar. Por favor probar todo lo dulce y/o panificado que su cuerpo les permita ingerir. Estar atentos a lo que van sacando de la cocina que cambia a diario. Si justo cuando van hay cheesecake de dulce de leche, tirensé de cabeza, lo van a agradecer. Viene acompañada de una garrapiñada de almendras y una crema neutra que contrasta a la perfección y no describo más porque voy a morir del deseo de poseerla. También hay combos de meriendas.
Y, por último, nuestra más flamante adquisición: La Tenda, con mucho de Italia para dar. En su interior se respira un ambiente muy cálido con linda decoración country, delicada vajilla y meriendas bien servidas. Optamos por una merienda combinada: pan tostado + queso blanco + rollitos de jamón y queso + porción de budín con chips de chocolate + enorme café con leche (Illy) en super tazón (para quienes no tomen café, tienen té Twinings). También tienen variedad de tortas y postres servidos de forma original en frascos: tiramisú, cheesecake y demás delicias en la línea de la panna (crema) y los frutti di bosco. Cuenta con pequeño sector almacén con tentadores productos para llevar.
Ahora sí, no sean perezosos. Todos a abrigarse y ¡a merendar se ha dicho!
Además, tres lugares emblemáticos del barrio para visitar a la hora del té comparten con nosotros sus secretos culinarios: la receta de la cheescake de maracuyá de Malvón, los hotcakes de Crespín y los muffins de Hasta la Masa. AQUÍ